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lunes, 25 de marzo de 2013

El huargo en la palabra VIII: Spam, spam, spaaaaam.

Abres el correo y ahí está: un montón de señoritas que desean conocerte... grandes ofertas para conseguir píldoras que te aseguren una gran erección... monarcas africanos que necesitan sacar grandes sumas de dinero de sus países... Vamos, que tienes un montón de spam.
La palabra spam no está registrada en el diccionario de la Real Academia de la Lengua. Lógico y normal. Si por algo destacan nuestros académicos es por ignorar el uso del castellano.

Pero esta palabra la utilizamos, y mucho. Si nos ponemos tiquismiquis podríamos emplear expresiones como correo basura, correo no deseado o correo no solicitado y así evitar el uso de extranjerismos. Pero sin embargo... esas expresiones a mi entender dejan escapar el sentido pleno que tiene la palabreja spam. Además, no son deseables desde el punto de vista de la economía del lenguaje.

Bueno, allá cada cual. No entro a valorar si hay que utilizarla o no. Lo que sí me gustaría, es destacar cuál es el origen de esa palabra.

Se conoce que en 1993 alguien en USENET empleó este término al referirse a un mensaje que había llegado a varios cientos de usuarios sin haber sido solicitado. Pero... ¿por qué lo llamó spam, si se trataba del nombre de una marca de carne enlatada cuyo nombre venía, aparentemente, de sp(iced ha)m?



Pues sí, es esta escena de la serie de televisión Monty Python's Fliying Circus.

En el vídeo que os he puesto, la palabra spam está traducida como cerdo. Otro tema el de las traducciones.

A lo mejor escribo sobre ello. O a lo mejor lo hago sobre el origen de la palabra troll entre los internautas.

A saber.

martes, 19 de marzo de 2013

El huargo en la palabra VII: Más orcografía...


No sé si se lee bien... pone garage que no es que sea un error muy gordo si te encuentras en Reino Unido, o en Francia, por ejemplo... Pero es que esta foto corresponde a un edificio de Burgos. Vamos, que para que no tengáis que mirar, que se escribe garaje ¿vale?



Si la gente que trabaja en este supermercado comete estas faltas de ortografía ¿serán capaces de leer la fecha de caducidad de lo que venden? Lo que está claro es que no saben leer tampoco ingredientes: Este supermercado es uno de los de las hamburguesas de caballo.



Y esto es la contraportada del DVD de la película Deep in the Woods. Es un huargo en la palabra mítico, porque lo de discursión lo he oído y leído un montón. Valga decir que no alquilé la película. Que a lo mejor está bien. Pero no.

Hala. Saludos a todos los Josés, menos a uno.

lunes, 11 de marzo de 2013

El huargo en la palabra VI: Ola ke ase??

En esta ocasión había prometido a mi público explicar los posibles orígenes de la palabra troll en internet, pero como entre una cosa y otra no me da la vida para nada, copio y pego un extracto de la gran obra Amor y pedagogía que Miguel de Unamuno escribiera en 1902. Ya, que lo suyo sería copiar y pegar cosas de risas. Pero este fragmento me encanta.

Lástima que tengamos que hablar en lenguaje así y no en álgebra. Y renuncia á enseñarle á hablar así por leyes.

Pero no á enseñarle á escribir con ortografía fonética, la del porvenir, la única racional. Duda primero si optar por la q ó por la k para la gutural fuerte, si escribir Qarrasqal ó Karraskal, pero se queda al fin con la k para no quitar á las palabras kilómetro y kilogramo su tradicional y científico aspecto. Además Kant, Kepler, etc., empiezan con k, y con q ¿qué grande hombre hay? No recuerda más que á Quesnay y á Quetelet.

I así es komo empezó el niño á berter su pensamiento en forma gráfika, i en la únika berdaderamente zientifika ke ai, por lo menos oi, asta ke no adoptemos el áljebra.

Hace más de 100 años de esto. Lo flipas.

lunes, 4 de marzo de 2013

El huargo en la palabra V: O tempora, o mores.

¡Madre mía de lo que vengo a hablaros! Los latinismos. Que no es cenar a base de latillas. No. Es el uso de expresiones en latín.

Los usamos tan frecuentemente, que a veces ni reparamos en ello, como le pasaba a un profesor que decía en sus clases: “esto lo veremos en el laboratorio in situ, como se dice ahora”. Bueno, se lleva diciendo desde hace miles de años, señor. De ahí la gracia.

Pero lo que me ocupa y preocupa no es que los usemos sin darnos cuenta, es que los usamos mal, muy mal, y podemos llegar a ser corregidos, encima, si los usamos bien.

¿Quién no ha oído, leído, e incluso usado de motu propio? Que significa “por propia voluntad”.

Me fui de la fiesta de motu propio, no porque me obligara la policía.

Bueno, pues ¡mal! ¡muy mal! Para empezar no se usan preposiciones con los latinismos. No se dice de motu propio, no se dice me quedé en in albis, no se dice de ex profeso. Fuera las preposiociones.

Pero es que en el caso en los que utilizamos motu propio ¡¡estamos cometiendo un error!! Lo correcto sería emplear motu proprio. Ahora, bien, el cachondeo de tus interlocutores si no tienes a mano un diccionario para cerrarles la boca, puede ser morrocotudo.

Otro error que se comete muy frecuentemente es el decir in media res cuando lo correcto sería in medias res.

Y de nuevo, con la influencia del inglés hemos topado, pues lo correcto es decir statu quo y no status quo, ni siquiera en plural, que vete a saber por qué, es la forma que recogen los ingleses en sus diccionarios.


Pero no os preocupéis. La Academia terminará por aceptar todas esas formas. Ya pasó con in fraganti, que lo suyo sería decir in flagranti, pero ya véis, admitido está. Así que nos pillan por el olor. Vamos, que tiene narices.

En fin, espero os sirvan estos artículos, Si no, siempre podéis bailar con el vídeo que he adjuntado.