Era un festival de ésos y yo tenía un dolor de cabeza terrible que creía que era fruto de la falta de sueño y del exceso de cerveza. Pero mis compañías me sacaron del error: "Pedro, te has quemado la calva".
Fue un golpe muy duro. Yo ni siquiera sabía que tenía calva.
Algo se rompió dentro de mí.
Tuve que ir a llorar detrás de una caravana para que los punkis no vieran que soy débil.
2 comentarios:
Bien, bien! mola ver que la presión y las amenazas (in)directas hacen su efecto :P
Venga, no te preocupes, si lo importante es la edad interior! (Mentira, mentira, mentira! XDDD)
Mi edad interior es 67... Así que eso no ayuda. De todas formas... ¡tengo un blog actualizado no como otras!
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