Entre tanto estreno en Netflix, parece que está pasando inadvertida una serie a la que sin duda merece la pena echar un vistazo: los dibujos animados F is for Family.
Hacedme caso, que nunca os pido nada: Juntaos los colegas y unas birras y preparaos para reír un rato.
Hacedme caso, que nunca os pido nada: Juntaos los colegas y unas birras y preparaos para reír un rato.
F is for Family narra la vicisitudes de la familia Murphy, una familia de clase media, en los Estados Unidos de América, en 1973.
Un cabeza de familia irascible, una madre abnegada y un hijo mayor
incontrolable, entre otros, son los personajes que desfilarán ante
nuestros ojos. Quizá te estés preguntando “¿dónde he visto yo eso
antes?”. Pues no sé… No lo digo como algo malo, ojo. De hecho ya sabéis
que soy muy dado a eso de encontrar similitudes (soy el tipo que compara
Ash vs Evil Dead con Me llamo Earl y The Walking Dead), pero parece una mezcolanza entre Aquellos maravillosos 70 y Los Simpson.
La serie cuenta con una realización técnica muy alta. Una animación soberbia y una paleta de colores que nos retrotraen a aquellos locos años.
Desde el punto de vista narrativo, además de emplear planos
impresionantes (que no comento por aquello de no destriparos nada, pero
digamos que narran de una forma magistral cómo crear varios traumas a un niño de primaria) se sirve de la metaficción a través de la serie televisiva Colt Luger,
como un elemento más de la historia recordándonos al mejor David Lynch o
a Rasca y Pica. O a Hamlet (¿veis como está todo inventado?).
Y en un momento del quinto episodio Bill Murphy's Day Off (no premio a quien me diga de dónde se han sacado ese título), en esa serie de metaficción Colt Luger sale esto:
Me he quedado todo loco al verlo.
Pero no es eso lo
que más me ha llamado la atención de la serie. Eso ha quedado para algo que no acostumbro a ver en
comedias de este tipo y menos en dibujos animados: los episodios
forman una continuidad deliciosa. La trama va avanzando paso a paso tras
casa episodio. No se vuelve a empezar como si nada hubiera pasado. A
mí, qué queréis que os diga, es lo que más me ha gustado y más me ha
llamado la atención.
Es una serie que he devorado en una tarde
tonta y ha logrado hacerme reír. ¿Qué más se puede pedir? Es verdad que
quizá la época en la que se ambienta nos sea muy lejana, no ya por edad,
sino porque no tiene nada que ver la década de los 70 de los Estados
Unidos c0n la nuestra. También es verdad que el lenguaje que emplea y
ciertos detalles de la trama, hace que no sea una serie familiar. Vaya,
que hace que South Park parezca Dora la Exploradora. Y aunque a mí eso me parezca un punto a favor, a muchos les puede parecer lo contrario. Pero es lo que hay.
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